Investigadores de Pekín han demostrado que la ingesta de té verde reduce el colesterol malo. El estudio llega a la conclusión de que tomar té verde reduce las grasas del cuerpo gracias a una sustancia química presente en el té denominada “catequina”, que limita la absorción del colesterol en los intestinos.

Aún así, el té verde no es milagroso y para reducir el colesterol malo hay muchos factores que se tienen que tener en cuenta: llevar una dieta equilibrada y variada, no abusar de las grasas y los productos refinados, eliminar considerablemente los productos de origen animal y beber agua. Pero el té verde tiene otras muchas propiedades. Las hojas de este te contienen sales minerales (selenio, calcio, magnesio, cromo, manganeso, hierro, zinc, fósforo, potasio, aluminio y flúor), vitaminas (A, C, E y B2) y alcaloides (estimulantes) como la cafeína, la teofilina y la teobromina, entre otros muchos.

El té verde es una bebida ideal para tomar durante todo el día puesto que es ligero y no contiene tanta cafeína como el té negro. A pesar de que los dos tés provienen de la planta de té madre (Camelia sinensis) son procesados de maneras diferentes. Las hojas de té verde se estabilizan mediante su exposición al vapor de agua y después se las secan a altas temperaturas. La estabilización del té verde permite que conserve las propiedades, como por ejemplo los antioxidantes. Todos los tés contienen cafeína, al resto lo llamaremos infusiones. Los tés descafeinados no son muy adecuados porque han pasado por procesos que muy a menudo afectan el gusto y el aroma del producto.

Tipos de té verde

Hay muchos tipos de té verde, pero queremos destacar los principales grupos:

• Bancha: habitualmente es el té que se extrae de la hoja gorda y madura de la planta madre. Muy a menudo lo podemos encontrar mezclado con los tallos de las hojas.
• Sancha: es el más común de los tés japoneses. El abanico de este tipo de te es muy amplio, y se asemeja bastante a un Bancha o bien a un Gyokuro.
• Gyokuro: es el té que se extrae de la hoja más pequeña y más joven. Normalmente se utilizan hojas de primeras cosechas. Es el que conserva mejor el aroma y el gusto. Es el caviar del té verde.
• Kukicha: es el té que se forma a partir de los troncos de la planta. Tiene muy poca cafeína, por lo tanto es ideal para niños.

Dentro de estas variedades de té hay diferentes calidades en función de los diferentes procesos de fabricación. Cuanto más trabajo genere su proceso de elaboración, el té será de más calidad y, por lo tanto, más aromático y gustoso. Cuanto menos tiempo haya pasado desde la elaboración del té hasta la preparación, más calidad, aroma y gusto tendrá. Un té mal conservado pierde las propiedades rápidamente y normalmente los tés que hace más de cinco años que han sido elaborados ya han perdido buena parte de sus calidades.

Preparación del té verde (genérica)

Su eficacia también dependerá de cómo lo preparamos:

1. Utilizaremos una cucharada y media de té verde para dos tazas. El té debe ser natural y de buena calidad. Si es ecológico y con denominación de origen mejor.
2. Hervir el agua a una temperatura entre 50 y 90 grados y apagar el fuego. El agua tiene que ser mineral, nunca del grifo.
3. Poner el té en un recipiente y añadir el agua caliente.
4. Al poco tiempo de la infusión del té, debemos retirar la hoja con la ayuda de un colador. Si se deja más tiempo se pierden muchas de las propiedades. La bebida tiene que quedar transparente, con un color tenue. Cuanto más tiempo lo dejemos reposar más fuerte será.
5. Al haberlo dejado muy poco rato en infusión, podremos utilizar el té una segunda vez.
6. Es importante evitar endulzar el té, puesto que el azúcar nos puede privar de algunas de sus propiedades.

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