De todos los desechos que generan las actividades de atención sanitaria, aproximadamente un 80% corresponde a desechos comunes. El restante 20% se considera material peligroso que puede ser infeccioso, tóxico o radioactivo. Se calcula que cada año se administran en el mundo 16 000 millones de inyecciones, pero no todas las agujas y jeringas se eliminan después correctamente.
La falta de conciencia de la peligrosidad para la salud que pueden entrañar los desechos de la atención sanitaria, una deficiente capacitación en gestión de desechos, la ausencia de sistemas de gestión y evacuación de los desechos, la penuria de recursos humanos y económicos y la escasa prioridad concedida a la cuestión son los problemas más frecuentes ligados a los desechos de la atención sanitaria. Muchos son los países que carecen de reglamentación adecuada en la materia o que, aun teniéndola, no la hacen cumplir.
Los expertos proponen trabajar en 3 frentes básicos:
- Implantación de un sistema integral, que tenga en cuenta la atribución de responsabilidades, la asignación de recursos y la manipulación y evacuación de los desechos. Se trata de un proceso a largo plazo, que pasa por la introducción gradual de mejoras.
- Sensibilización acerca de los riesgos ligados a los desechos de la atención sanitaria y mejor conocimiento de prácticas seguras y fiables.
- Selección de métodos de gestión seguros y ecológicamente inocuos, a fin de proteger a las personas de todo peligro al recoger, manipular, almacenar, transportar, tratar o eliminar desechos.
El hecho es que para hacer realidad una mejora universal y a largo plazo en este terreno es indispensable el compromiso de los poderes públicos, aunque también es posible actuar inmediatamente a escala local.