Detener la expansión de las enfermedades contagiosas en prisión beneficia tanto al prisionero como a la sociedad en general y reduce la carga que supone para el sistema sanitario gubernamental.
Teniendo como objetivo la necesidad de incrementar la salud en las prisiones, la OMS/Europa inició el proyecto: OMS Proyecto de salud en las prisiones (WHO Health in Prisons Project (HIPP) en 1995.
Cerca de 2millones de personas están encarceladas en instituciones penales de Europa. Una sentencia penitenciaria supone un riesgo elevado de contraer una enfermedad o de perder la oportunidad de recuperarse de una ya contraída. Los prisioneros que ingresan en prisión con buena salud, corren un alto riesgo de contraer SIDA, tuberculosis, drogodependencia o poner en riesgo su salud mental.
Los prisioneros vienen de y vuelven a la sociedad. Detener la expansión de las enfermedades contagiosas en prisión beneficia tanto al prisionero como a la sociedad en general y reduce la carga que supone para el sistema sanitario gubernamental.
Para acceder al proyecto (en inglés): WHO Health in Prisons Project (HIPP)