El impacto del ictus sobre la vida cotidiana es muy importante, sobre todo en los casos en que hay discapacidad residual. Es la primera causa de muerte en las mujeres, sobre todo y especialmente en edades avanzadas. A pesar de esto, se ha constatado una reducción de la mortalidad superior al 50%, en los últimos 15 años, debida en gran medida a las mejoras observadas en el control de los factores de riesgo cardiovascular, sobre todo de la hipertensión arterial.
En este sentido, la contribución de la atención primaria ha sido, de todo, determinante. En 2006, se registraron 4.530 muertos por ictus, en Catalunya: 1.983 hombres y 2.547 mujeres. Además, se han producido 12.059 ingresos. Anualmente, hay unas 4.000 personas que desarrollan algún tipo de discapacidad debido al ictus.
Código ictus
El seguimiento de esta enfermedad se hace con la Guía de atención al ictus, elaborada desde el Plan director, por los profesionales y los pacientes, dentro de la cual se ha recogido el Código ictus.
Para mejorar la atención a los pacientes con ictus agudo, el tratamiento se ha estructurat territorialmente a partir del que se denomina Código ictus. Se trata de un modelo distribuido en 10 áreas que permite que los pacientes que padecen uno puedan ser trasladados de forma inmediata a un hospital de referencia, con capacidad para evaluar y diagnosticar y tratarlo, si puede ser con fármacos trombolíticos.
El traslado adecuado de los pacientes, en tiempos y forma, es un elemento clave del Código, que cubre todo el territorio de Cataluña y está estructurado en los 10 ámbitos mencionados, que funcionan autónomamente y de manera coordinada. Hay 13 centros de referencia y cada una de las 10 áreas tiene un comité local de seguimiento formado por profesionales.