El Consejo de la Profesión Enfermera ha dado luz verde a un documento que defiende el reconocimiento de la categoría profesional de las enfermeras especialistas en salud mental. Este hecho permitirá determinar las funciones y el ámbito de actuación de estas especialistas y los lugares de trabajo que requieren de estos profesionales.
El documento, aprobado el pasado 17 de febrero, determina que sean las propias organizaciones sanitarias, a través de los mecanismos de negociación correspondientes, las que revisen y pongan al día el mapa de categorias profesionales y de los lugares de trabajo, en función del desarrollo del resto de especialidades enfermeras.
No obstante, existe un consenso general en considerar que no todas las plazas de enfermeras en el ámbito de la salud mental requieren de una enfermera especialista. En Cataluña se apuesta por un sistema mixto, ya que en ciertos ámbitos del área de la salud mental seguirán conviviendo enfermeras generalistas y enfermeras con el título de especialista.
Este informe ha estado realitzado por la Societat Catalana d’Infermeria de Salut Mental (SCISAM), que ya se ha comprometido a elaborar una propuesta que clarifique la cartera de servicios de las enfermeras en salud mental y que determine en que ámbitos es necesario una enfermera especialista en salud mental y a proponer sus competencias.
La obtención del título de enfermera especialista en salud mental quedó regulada en el año 1987, pero, hasta el momento, esta especialidad sólo se reconocía como categoría profesional en Cantabria, Galícia, País Vasco y Aragón, ya que son las comunidades autónomas las que tienen competencias en este ámbito.
En el año 1998 se va a desarrollar la formación de especialistas en salud mental por el sistema de residencia, mediante unidades docentes acreditadas. Cataluña es la principal comunidad autónoma formadora de especialistas en salud mental, con 13 unidades docentes, que permiten formar el 26,20% de las plazas que se ofrecen en todo el Estado.