Los días 26, 27 y 28 de marzo se celebraron las II Jornadas de Enfermería de la Provincia de Aragón-San Rafael en San Boi. La humanización de la atención fue el lema de las Jornadas.

Los objetivos propuestos fueron impulsar el carácter social y humano de la profesión de Enfermería; promover una comunicación y relación terapéutica entre profesional, enfermo/a y família; profundizar en el compromiso de humanizarlas desde una perspectiva multidisciplinar, social y legal; y detectar los dilemas y conflictos éticos que diariamente aparecen en el ejercicio de la profesión.

En la inauguración, el hermano Pascual Piles, superior de la provincia, resaltó la necesidad de tener espacios de reflexión para mejorar las curas de Enfermería y de humanizarse para humanizar la profesión.

Durante los tres días de trabajo se hizo énfasis en que la humanización es la razón de ser de Sant Joan de Déu. Los/Las profesionales tienen que velar para que todas las personas tengan igualdad de derechos y dignidad, asegurando su compromiso con las personas más vulnerables.

Contra la deshumanización hacen falta conocimiento, respeto, compasión, justicia social, transparencia y empatía. Se habló de la humanización de las atenciones desde el punto de vista de la Antropología, la legislación y la práctica asistencial. Se insistió en que Enfermería y Antropología comparten los mismos protagonistas: la persona y los grupos humanos. La enfermedad, la salud y las curas tienen diversidad de interpretaciones y vivencias según la persona o cultura. Es necesario un análisis de las dimensiones sociales y culturales de la enfermedad para poder tener una visión holística de la persona. Cuidar al otro es el acto humanitario total si lo hacemos bien.

La humanización de las atenciones significa centrar nuestra atención en la relación humana, traspasando el aspecto tecnológico de los procesos asistenciales. Todos los/las profesionales, las instituciones y administraciones tenemos la responsabilidad de la humanización de los cuidados. Humanización es hospitalidad: acogida, trato respetuoso, atención personalizada y sensibilidad ante el sufrimiento.

La hospitalidad juandediana es universal e integral. Universal porque no excluye a nadie e integral porque contempla todas las dimensiones de la persona. Desde el punto de vista legal se tuvo en cuenta el momento de cambio que vive la sociedad. Cambios biotecnológicos y sociales importantes que pueden generar sentimientos de riesgo, incertidumbre y provisionalidad. Legalmente, el punto de partida siempre tienen que ser los derechos humanos y especialmente el derecho a la salud. Es necesaria una reflexión bioètica y, también, política, moral y jurídica. Desde la perspectiva asistencial se hizo especial mención de la necesidad de superar los prejuicios que todos los agentes involucrados pueden tener: profesionales, enfermos/as, família y sociedad. Hace falta analizar los factores deshumanizadores para cambiar la realidad.

La fragmentación de los servicios sanitarios, el valor economicista de los servicios de salud, la excesiva burocratización, la carencia de formación en humanidades, la alta especialización, la vulnerabilidad de los/las profesionales y enfermos/as, las dificultades de realización profesional, la sobrecarga de trabajo y el espacio deshumanizado del hospital son elementos que interactuan y potencian unos cuidados precarios desde el punto de vista de la humanización. Todos/as los/las profesionales son agentes de la humanización. Los requisitos son saber, saber hacer y saber ser.

Los principios de la Bioètica (autonomía, beneficencia y justicia) son fundamentales para mejorar la práctica asistencial. El principio de autonomía asegura el respecto a la persona. El/La enfermo/a tiene derecho a recibir información comprensible y verdadera. La beneficencia tiene como objetivo hacer el bien al/a la enfermo/a, la família y a las generaciones futuras. La justicia garantiza la igualdad de acceso a la atención sanitaria y una distribución equitativa de los recursos. La comunicación (que puede ser una herramienta terapéutica) que se establece con los/las enfermos/as y las familias es imprescindible para lograr unos cuidados de Enfermería más humanos.

Núria Roca y Capará. Profesora EUI SantJoan de Déu